martes, 13 de agosto de 2013

El Tamunangue 
     Se conoce con este nombre al baile que realizan en las fiestas de San Antonio de Padua. A esta manifestación folklórica también se le conoce como baile o son de negros. Explica el maestro en música Ramón Rivera, que la palabra Tamunangue, deriva del nombre que se le da al tambor que se utiliza en la interpretación de los cantos característicos de este baile, el tamunango.
    Una de las expresiones culturales del estado Lara sin duda es el Tamunangue, el cual se originó en la región centro-occidental de Venezuela en honor a San Antonio de Padua.
    Esta fiesta en honor al santo, se celebra los 13 de junio de cada año; muchas personas las ofrecen para cumplir con promesas que le hacen sus fieles y devotos por cualquier necesidad que presenten.
    El Tamunangue es la estirpe musical de El Tocuyo, es suficientemente conocida, de allí nacieron los géneros musicales más representativos del estado Lara: El Tamunangue y El Golpe Tocuyano, igualmente los instrumentos por excelencia de la música venezolana, como el cuatro, el quinto, el requinto, y el sexto, que tal como lo plantea Federico Cook Historiador, son una derivación de la vihuela española. Sobre el Tamunangue, es aún poco lo que se conoce sobre sus orígenes. Más que una danza es una expresión cultural y religiosa fundamentalmente de origen afrodesendiente.
    El poeta Alcides Lozada, en un artículo del periódico “El Tocuyo” de Junio de 1922, hace referencia al Tamunangue y a sus orígenes africanos. “Cuéntese que san Antonio se vio obligado una vez a bailar frente a unos negros africanos, para poder amistar y convertirlos a la religión cristiana. La leyenda se conservó entre algunas tribus: los esclavos negros que trajeron los conquistadores lo importaron a Venezuela”. Al referirse a la Batalla y a como los hombres se colocaban el tambor sobre los hombros, señalan que lo hacen “a la manera de los indígenas Nyanza, cuando inician sus danzas guerreras…”
    En el año de 1609 fue conformada la cofradía de San Antonio de Padua, por el reverendo Fray Antonio de Alcega, que teniendo su sede en el Convento San Francisco, se establecía que era una hermandad para morenos y esclavos. En 1684 se dio fin a una disputa entre Cofradía de San Antonio y la de San Juan Bautista dándole a la primera el privilegio de presidir las procesiones y actos públicos  con sus imágenes y estandartes. Quizás este dato nos permita asociarlo a la tesis de que estas reuniones permitidas por la cofradía han podido servir, vía sincretismo, para dar origen a la devoción cristiana a un santo, pero con los símbolos, manifestaciones, y la deidad de la cultura africanas oprimida.
    La aproximación a la comprensión del Tamunangue, hay que hacerla bajo una concepción pluricultural, a partir de la antropología, la historia, la lingüística, la etnografía, cuyos análisis permita traspasar la expresión simbólica y comprender en intrincó proceso político-social de esta manifestación como defensa de una cultura. No es casual que en muchas oportunidades las autoridades civiles, religiosas, y los dueños de tierras, presionaron para prohibirlas por considerarla paganas, de jolgorio de rebeldía y como pretexto que servía para unir a quienes se les prohibía, políticamente, organizarse en actos de sublevación.
    Las fiestas o baile de los Negros de San Antonio, está compuesta por poesía y versos populares del venezolano. También es una expresión musical que consta de seis sones o danzas insustituibles e importantes para cumplir con dicha promesa. Antes de comenzar con los sones, se debe hacer una procesión hasta el altar donde se encuentre San Antonio de Padua; en ese recorrido, se hace una salve, luego “La Batalla” y se comienza con los siete sones.
    El Tamunangue tiene una maravillosa coreografía compuesta por sones también llamados sones de negros, en el Tamunangue se conjugan el teatro, el baile y la música, para expresar la creación popular, estos comienzan con la Batalla; donde los batalladores se encuentran en la procesión delante del santo lo juegan con maravillosas figuras, dos personas utilizando tan solo lo tradicional, un par de garrotes empatados, La Bella Mayor y Menor; cada una de estas se toca en el tono Mayor o Menor correspondiente. Este son es muy alegre y en él  se oye el fuerte replicar de los tambores, teniendo la oportunidad muyas personas para bailarlo, danza del galanteo. El Chichivamos, el Yeyevamos o Yiyivamos; tiene una combinación de galanteo y picardía. Este son tiene la propiedad que los cantores se dirigen a los bailadores, quienes portan pequeñas varas, significando que están autorizados para bailar. La Juruminga; está vinculado con los trabajos domésticos de la pareja de un pueblo. Le corresponde a un solista cantar las expresiones de la “Juruminga”, contestando el coro “Tumbiré”, cuyos bailadores se esmeran en prestar atención a los versos igual que al son. “El Yiyivamos” los bailadores tiene que hacer las figuras que los cantores ordenan. La Perrendenga; se caracteriza por ser el son más lento y más bailado por las personas de la tercera edad, es un canto a base de coplas dirigidas por uno de los cantores, siendo coreado el estribillo los bailarines están muy atento a las coplas. “El Poco a Poco” es muy original y humorístico aquí se presenta la danza de “los Calambres” bastante jocosa y  divertida por el aspecto cómico del bailador, tiene una gran aceptación por los diversos públicos. Con la misma música bailan el “Caballito” y ambas la finalizan con la “Guabina o Corrida” a un compás más ligero.

    El Seis Figureado, Seis Corrido o Seis por ocho, se caracteriza por su variedad de movimiento coreográfico, un primer cantos va dirigiendo la letra y otro cantor repitiendo el verso, luego viene un estribillo a dúo. El baile se compone de tres parejas a estilo de poleas y el Galerón; es una especie musical más antigua del país. Aunque algunos autores no lo mencionan como parte de los sones del Tamunangue.                  

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