Se conoce
con este nombre al baile que realizan en las fiestas de San Antonio de Padua. A
esta manifestación folklórica también se le conoce como baile o son de negros.
Explica el maestro en música Ramón Rivera, que la palabra Tamunangue, deriva
del nombre que se le da al tambor que se utiliza en la interpretación de los
cantos característicos de este baile, el tamunango.
Una de las
expresiones culturales del estado Lara sin duda es el Tamunangue, el cual se
originó en la región centro-occidental de Venezuela en honor a San Antonio de
Padua.
Esta fiesta
en honor al santo, se celebra los 13 de junio de cada año; muchas personas las
ofrecen para cumplir con promesas que le hacen sus fieles y devotos por
cualquier necesidad que presenten.
El
Tamunangue es la estirpe musical de El Tocuyo, es suficientemente conocida, de
allí nacieron los géneros musicales más representativos del estado Lara: El
Tamunangue y El Golpe Tocuyano, igualmente los instrumentos por excelencia de
la música venezolana, como el cuatro, el quinto, el requinto, y el sexto, que tal
como lo plantea Federico Cook Historiador, son una derivación de la vihuela
española. Sobre el Tamunangue, es aún poco lo que se conoce sobre sus orígenes.
Más que una danza es una expresión cultural y religiosa fundamentalmente de
origen afrodesendiente.
El poeta
Alcides Lozada, en un artículo del periódico “El Tocuyo” de Junio de 1922, hace
referencia al Tamunangue y a sus orígenes africanos. “Cuéntese que san Antonio
se vio obligado una vez a bailar frente a unos negros africanos, para poder amistar
y convertirlos a la religión cristiana. La leyenda se conservó entre algunas
tribus: los esclavos negros que trajeron los conquistadores lo importaron a
Venezuela”. Al referirse a la Batalla y a como los hombres se colocaban el
tambor sobre los hombros, señalan que lo hacen “a la manera de los indígenas
Nyanza, cuando inician sus danzas guerreras…”
En el año de
1609 fue conformada la cofradía de San Antonio de Padua, por el reverendo Fray
Antonio de Alcega, que teniendo su sede en el Convento San Francisco, se
establecía que era una hermandad para morenos y esclavos. En 1684 se dio fin a
una disputa entre Cofradía de San Antonio y la de San Juan Bautista dándole a
la primera el privilegio de presidir las procesiones y actos públicos con sus imágenes y estandartes. Quizás este
dato nos permita asociarlo a la tesis de que estas reuniones permitidas por la
cofradía han podido servir, vía sincretismo, para dar origen a la devoción
cristiana a un santo, pero con los símbolos, manifestaciones, y la deidad de la
cultura africanas oprimida.
La
aproximación a la comprensión del Tamunangue, hay que hacerla bajo una
concepción pluricultural, a partir de la antropología, la historia, la
lingüística, la etnografía, cuyos análisis permita traspasar la expresión
simbólica y comprender en intrincó proceso político-social de esta
manifestación como defensa de una cultura. No es casual que en muchas
oportunidades las autoridades civiles, religiosas, y los dueños de tierras,
presionaron para prohibirlas por considerarla paganas, de jolgorio de rebeldía
y como pretexto que servía para unir a quienes se les prohibía, políticamente,
organizarse en actos de sublevación.
Las fiestas
o baile de los Negros de San Antonio, está compuesta por poesía y versos
populares del venezolano. También es una expresión musical que consta de seis
sones o danzas insustituibles e importantes para cumplir con dicha promesa.
Antes de comenzar con los sones, se debe hacer una procesión hasta el altar
donde se encuentre San Antonio de Padua; en ese recorrido, se hace una salve,
luego “La Batalla” y se comienza con los siete sones.
El
Tamunangue tiene una maravillosa coreografía compuesta por sones también
llamados sones de negros, en el Tamunangue se conjugan el teatro, el baile y la
música, para expresar la creación popular, estos comienzan con la Batalla;
donde los batalladores se encuentran en la procesión delante del santo lo
juegan con maravillosas figuras, dos personas utilizando tan solo lo
tradicional, un par de garrotes empatados, La Bella Mayor y Menor; cada una de
estas se toca en el tono Mayor o Menor correspondiente. Este son es muy alegre
y en él se oye el fuerte replicar de los
tambores, teniendo la oportunidad muyas personas para bailarlo, danza del
galanteo. El Chichivamos, el Yeyevamos o Yiyivamos; tiene una combinación de
galanteo y picardía. Este son tiene la propiedad que los cantores se dirigen a
los bailadores, quienes portan pequeñas varas, significando que están
autorizados para bailar. La Juruminga; está vinculado con los trabajos
domésticos de la pareja de un pueblo. Le corresponde a un solista cantar las
expresiones de la “Juruminga”, contestando el coro “Tumbiré”, cuyos bailadores
se esmeran en prestar atención a los versos igual que al son. “El Yiyivamos” los
bailadores tiene que hacer las figuras que los cantores ordenan. La
Perrendenga; se caracteriza por ser el son más lento y más bailado por las
personas de la tercera edad, es un canto a base de coplas dirigidas por uno de
los cantores, siendo coreado el estribillo los bailarines están muy atento a
las coplas. “El Poco a Poco” es muy original y humorístico aquí se presenta la
danza de “los Calambres” bastante jocosa y divertida por el aspecto cómico del bailador,
tiene una gran aceptación por los diversos públicos. Con la misma música bailan
el “Caballito” y ambas la finalizan con la “Guabina o Corrida” a un compás más
ligero.
El Seis Figureado,
Seis Corrido o Seis por ocho, se caracteriza por su variedad de movimiento
coreográfico, un primer cantos va dirigiendo la letra y otro cantor repitiendo
el verso, luego viene un estribillo a dúo. El baile se compone de tres parejas
a estilo de poleas y el Galerón; es una especie musical más antigua del país.
Aunque algunos autores no lo mencionan como parte de los sones del Tamunangue.
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